Proceso por el cual se busca medir el riesgo que enfrenta un inversionista al adquirir un título de deuda de un determinado emisor. La clasificación de riesgo normalmente considera las fortalezas del emisor para cumplir adecuadamente sus compromisos financieros, las características propias del instrumento, las garantías otorgadas y otros elementos. El rango de clasificación va de AAA (bajo riesgo de falencia) hasta D (alta riesgo de falencia).