Uno de los múltiples usos de los ETFs es que permiten tener exposición a un determinado país de forma cómoda y rápida para diversificar una cartera o, incluso, especular con el crecimiento económico del país en cuestión. Para muchos inversores invertir en un ETF que replique el comportamiento de un determinado índice nacional es una opción mucho más interesante que comprar directamente valores de ese país ya que es mucho más eficiente comprar un ETF que construir una cartera de varios valores.
Pero esto no significa que puede lanzarse a comprar ciegamente cualquier ETF mono-país sin hacer sus deberes. Además de examinar los ratios de gastos totales, los costes de trading y elegir entre un ETF de replicación física y uno basado en swaps, los inversores deben analizar la composición del ETF en cuestión antes de lanzarse a comprarlo.