Generalmente, los mercados bajistas tienen cuatro etapas.
La primera etapa es el reconocimiento. Casi todo el mundo considera que la caída inicial de un mercado bajista es un evento ordinario. Los mercados suben y bajan. Tratar cada mala semana como la llegada del crash no sólo nos destrozaría los nervios, sino que causaría un mal rendimiento, si el inversor actuara según ese instinto. Nueve veces de cada diez, darse cuenta de una rápida pérdida del 5% o 10% resultaría en una pérdida permanente del 5% o 10%, ya que las acciones vuelven rápidamente a su nivel anterior.
Este mercado alcanzó la primera etapa durante su tercera semana. Las acciones subieron ligeramente durante el año, antes de caer repentinamente un 11% en la última semana de febrero. En respuesta, las firmas de asesoramiento emitieron notas tranquilizadoras sobre cómo suceden estas cosas, y la volatilidad del mercado es natural. La bolsa subió el lunes siguiente, no pudo mantener sus ganancias, y luego se derrumbó en la tercera semana, es decir, la semana pasada. El mercado bajista estaba en marcha.