Analice la rentabilidad de su fondo

La rentabilidad es un aspecto importante a la hora de valorar un fondo, pero hay que saber interpretarla correctamente

Fernando Luque 03/12/2016
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La rentabilidad es, lógicamente, el aspecto que más preocupa a los inversores. Es lo que determina si uno está ganando o perdiendo dinero. Pero, lo cierto es que hay muchas formas de medir la rentabilidad de un fondo. En primer lugar, tenemos la rentabilidad acumulada. Generalmente, los inversores suelen fijarse en las rentabilidades acumuladas a corto plazo. Pero las rentabilidades a largo plazo son las que realmente importan para juzgar la consistencia de un determinado fondo. También hay que decir que si los pequeños inversores suelen prestar especial atención a las rentabilidades a muy corto plazo, los profesionales también tienen la mala costumbre, ellos, de centrarse excesivamente en los retornos de los tres últimos años.

La razón, probablemente, se debe a que, como norma general, las agencias de calificación, como Morningstar, otorgan ratings únicamente a los fondos que tienen al menos tres años de antigüedad. Sin embargo, el inversor observador puede sacar mucha información de los resultados a largo plazo obtenidos en periodos distintos, como, por ejemplo, cinco o diez años. En el caso de los fondos de renta variable americana, por ejemplo, si uno se centra exclusivamente en los últimos tres o cinco años corre el riesgo de tomar en consideración un fuerte mercado alcista, mientras que si expande su análisis a los últimos diez años, también podrá ver cómo se ha comportado el fondo en un mercado bajista

Dicho esto, el retorno o la rentabilidad acumulada tiene el defecto de que, muchas veces, no se percibe correctamente. Por ejemplo, si preguntamos a un inversor si una rentabilidad del 200% obtenida en cinco años le parece mucho o poco, probablemente no sabría responder al instante. Si, por el contrario, hacemos la misma pregunta, pero indicándole un retorno anualizado del 25% a cinco años, entonces sí que nos contestaría que se trata de una rentabilidad francamente alta. Pues bien, hablar de una rentabilidad acumulada del 200% en cinco años o de una rentabilidad anualizada del 25% en ese mismo periodo, es hablar de la misma cantidad… aunque esta última rentabilidad tiene la ventaja de ser más entendible por parte del inversor.

Hay otra ventaja de las rentabilidades anualizadas respecto a las rentabilidades acumuladas y es que es mucho más fácil comparar las rentabilidades entre varios fondos utilizando datos anualizados que acumulados. Por ejemplo, si le pregunto: entre un fondo que ha acumulado una rentabilidad del 350% en 15 años y otro que ha acumulado una ganancia del 500% en 20 años, ¿cuál le parece que ha dado más rentabilidad? A bote pronto, la respuesta no es evidente. Pero, si le pregunto: ¿qué fondo ha ofrecido la mayor rentabilidad, uno con una rentabilidad anualizada del 10,5% (correspondiente a un 350% en 15 años) o uno con una rentabilidad anualizada del 9,4% (correspondiente a un 500% en 20 años)?, la respuesta es inmediata. 

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Sobre el Autor

Fernando Luque

Fernando Luque  es el Senior Financial Editor de www.morningstar.es

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