Tema destacado: Repaso mensual Junio 2014

JPMorgan Asset Management repasa el comportamiento de los principales activos durante el último mes.

External Writer 17/07/2014
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El segundo trimestre del año vino cargado de sorpresas para los inversores, no todas ellas malas, ya que casi todas las principales clases de activos se anotaron ganancias durante el trimestre que se cerró en junio. Muchos mercados de renta variable de todo el mundo alcanzaron nuevos máximos durante el trimestre, gracias a una mejora de las perspectivas económicas mundiales y a la todavía muy flexible política monetaria, por lo que los inversores apenas tuvieron motivos para cambiar las asignaciones. Los bajos niveles de volatilidad del mercado durante la primavera provocaron preocupación por el conformismo, ya que los inversores restaron importancia al aumento de los riesgos geopolíticos. Tanto los mercados de renta variable emergentes como los desarrollados se comportaron bien y cerraron el trimestre con subidas del 5,2% y el 4,6%, respectivamente. Entretanto, los bonos prosiguieron su rally, registrando el Barclays Global Aggregate Bond Index una subida del 2,5%. Pero quizás lo más sorprendente ha sido el comportamiento excepcional de los bonos del Tesoro de EE. UU. a largo plazo (30 años), que han subido un 13,8% este año.

En Europa, el Banco Central Europeo (BCE) anunció nuevas medidas de flexibilización monetaria. Como se esperaba, el BCE rebajó los tipos de interés del 0,25 al 0,15% y situó el tipo de depósito en terreno negativo. La noticia más interesante fue el anuncio de las operaciones de refinanciación a largo plazo (TLTRO), que tratan de estimular los débiles niveles de los préstamos bancarios y el crecimiento del crédito en la región. El TLTRO ofrecerá préstamos baratos a los bancos –bajo ciertas condiciones– durante los próximos cuatro años, por un valor total de aproximadamente 400.000 millones de euros. Los detalles completos sobre cómo funcionarán las TLTRO aún no se han publicado y sigue habiendo un cierto escepticismo acerca de que el dinero verdaderamente se filtre a la economía real.

El BCE podría tener que tomar otras medidas, ya que los datos económicos de la zona euro han empeorado, como podrían ser compras directas de bonos. El PMI manufacturero, un índice seguido muy de cerca, ha descendido desde los máximos anteriores de este año, aunque lo más importante es que continúa por encima del nivel de 50 que separa la contracción de la expansión. Sin embargo, el dato general se está viendo lastrado por las grandes economías de Francia y Alemania, ya que la situación en los países meridionales sigue mejorando.

Al BCE le sigue preocupando la inflación ya que continúa siendo muy débil, pues los precios subieron solamente un 0,5% en junio, y el euro ha resistido bien frente al dólar estadounidense a pesar de las medidas del BCE. La actuación del BCE pone de manifiesto la diferencia en las políticas de los bancos centrales mundiales ahora que crecen los interrogantes sobre el momento en que se producirá la primera subida de los tipos en EE. UU. y Reino Unido. Tanto el Banco de Inglaterra como la Reserva Federal estadounidense (la Fed) siguen mandando un mensaje muy benévolo, a pesar de un crecimiento mayor de lo esperado.

La economía estadounidense se contrajo un 2,9% intertrimestral en términos anualizados en el trimestre que cerró en marzo. Aunque la cifra fue mucho peor de lo que se pensaba inicialmente, se debió a cambios puntuales relacionados con el gasto sanitario y la reducción de las existencias. Los datos económicos publicados desde marzo muestran un fortalecimiento de la economía, con mejoras en las encuestas empresariales y de consumo, un repunte del mercado de la vivienda y el ajuste del mercado laboral. Los inversores han comenzado a cuestionar la actual benevolencia de la Fed, considerando el descenso en la tasa de desempleo y la lenta acumulación de presiones inflacionarias y lo que esto significa para la trayectoria de los tipos de interés.

Una situación similar es la que está surgiendo en Reino Unido, ya que su economía va viento en popa. Sin embargo, los mensajes del Banco de Inglaterra no han sido del todo coherentes. El gobernador, Mark Carney, dio que hablar en todo el mundo de las inversiones con unas declaraciones muy contundentes según las cuales los tipos podrían subir mucho antes de lo que esperaba el mercado. Sin embargo, desde entonces, Carney ha restado importancia a esa postura, afirmando que el momento de la primera subida de los tipos depende todavía, en buena medida, de los datos.

El TOPIX se recuperó, en parte, de las pérdidas anteriores de este año anotándose una subida del 5,1% en el segundo trimestre, aunque sigue casi un 2% por debajo en lo que va de año. Los mercados se vieron respaldados por las noticias de que el fondo de inversión de pensiones del gobierno va a incrementar su asignación a la renta variable nacional, y de que el efecto de la subida del impuesto al consumo no ha sido tan malo como se esperaba. El primer ministro, Shinzo Abe, anunció una nueva estrategia de crecimiento relacionada con la tercera pata del plan de reformas anunciadas por Abe para impulsar las perspectivas económicas a largo plazo del país. La estrategia fue, en buena medida, una versión actualizada del anuncio del año pasado, y los mercados no mostraron gran interés. La atención se centrará en el aumento de la productividad a través de la bajada del impuesto de sociedades y el impulso al mercado laboral mediante la inmigración y un mayor papel para las mujeres.

Muchos mercados emergentes de renta variable y de deuda se comportaron bien durante el segundo trimestre por diversas razones, y los inversores volvieron a mostrar interés en la región.

 Los paquetes de reformas contribuyeron a impulsar las acciones indias después de la elección de Narenda Modi, mientras que el pequeño paquete de estímulo en China tuvo un efecto positivo en el crecimiento económico. La economía china parece haber tocado fondo en el segundo trimestre de este año. La subida de los

precios del petróleo provocada por la inestabilidad en Irak benefició a países productores, como Brasil y Rusia. Mientras tanto, tras haber tenido que subir los tipos de interés para defender sus divisas frente a las caídas, muchos bancos centrales de los mercados emergentes están empezando a relajar su política monetaria.

 

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